[Crossover] MansiónRPG/Oban Stars Racers/Transformers G1

[alcesverdes]

Título: El horror al vacío
Fandom: MansiónRPG/Oban Stars Racers/Transformers G1
Personajes/Parejas: Starscream, Skyfire, Eva Wei, un extra. Skyfire/Starscream
Rating: G
Palabras: +900
Resumen: Algún tiempo post-Mansión, Eva Wei llega a la versión de la Tierra donde sucede Transformers G1.
Spoilers: Para el final de Oban, eventualmente.
Notas de autor: Escrito para el prompt 32 de la tabla de frases de The Dresden Files del reto de mundo_caotico

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"Morí, alguien hizo un error clerical y esto es el cielo."

Tras salvar a Eva de los Crogs, Starscream voló hacia un lugar seguro y recóndito donde había una cueva que utilizaba como su laboratorio secreto y particular. Realizó el trayecto en silencio mientras se ajustaba a la idea de ser padre de nuevo. No que le molestara. Al contrario. Sin embargo, implicaba hacer algunos ajustes a su rutina.

Eva tampoco había dicho nada desde que despegaron. Estaba acurrucada en el asiento de la cabina como solía hacer cuando había tenido un mal día---y si este no había sido un mal día para ella... Aunque Starscream esperaría para preguntar por los detalles.

Ambos se conocían lo suficiente para que el silencio fuera cómodo entre ellos. Starscream se sorprendió al darse cuenta de lo mucho que había extrañado tener una relación así.

Había algo más, sin embargo. La Chispa de Starscream cosqulleando. Lo hacía sentir un vacío muy extraño, pero el qué podría llenarlo era algo en el fondo de su banco de memorias que no terminaba de salir. Se haría una revisión tan pronto como le fuera posible, pero antes tenía cosas de qué encargarse.

Descendió cerca la cueva y volvió a su forma de robot para entrar con Eva en la mano.

-Sé que no es la torre, pero...

-No hay problema. De todas formas tiene ese aire de hogar de laboratorio de científico malvado -respondió ella con ese tono ligeramente burlón que solía usar todo el tiempo.

Starscream se dio cuenta de que le sonreía a la chica cuando la dejó sobre una de las mesas de trabajo. ¿Hacía cuánto que no le pasaba eso?

-¡Megs!-gritó. El drone, obediente, no tardó en llegar.

Eva rió.

-Era sólo justo -replicó Starscream, quien ahora entendía aun más la razón de aquel particular capricho. Sobre todo por qué había construido al drone tan pequeño.

Mientras le daba la orden de romper con cuidado las ataduras que aun llevaba Eva en las manos, escuchó el distintivo sonido del estómago humano vacío.

-No he comido desde ayer en la mañana -explicó Eva algo avergonzada.

Starscream, desde luego, comenzó a hacer escándalo al respecto, aunque no tardó mucho en darse cuenta de que salir del laboratorio sería un buen lugar para comenzar a resolver del problema. No era como si hubiera pensado antes en tener comida orgánica en su laboratorio. Levantó a Eva, cuyas manos estaban finalmente libres, y la llevó hasta un lugar cerca de la carretera. De camino, pensó en las opciones para conseguir comida.

Podría simplemente ir a algún restaurante y amenazar al cocinero, a los meseros, al gerente y todo el que se atravezara, pero eso Eva no se lo tomaría bien. Incluso siendo hija suya, tenía muy firme su programación Autobot, justo como... como...

Ahí estaba de nuevo esa sensación de vacío, ahora acompañado con una opresión en la Chispa. Tenía que recordar.

Pero antes, a alimentar a Eva.

*

-Espera aquí, no tardaré -le dijo al dejarla en un claro cerca de la carretera-. Y no hables con extraños. ¡Y llámame si sucede algo!

-No, papá -respondió ella con el fastidio normal de una adolescente.

Starscream giró las ópticas, pero en general se sintió feliz con la vuelta a la rutina.

Feliz. Quién lo diría.

En cuanto salió de la vista y del rango de escucha de Eva, Starscream se pertrechó detrás de unas piedras al costado de la carretera. Por suerte, no tuvo que esperar demasiado por lo que quería: un motociclista solitario sumido en sus propios pensamientos.

Quitársela y sacarle el dinero que traía encima fue tan fácil que hasta Megatron en persona hubiera podido hacerlo.

-¡Si le cuentas a alguien al respecto, iré a tu casa y le tiraré un misil encima!-remató mientras blandía una de las identificaciones que estaban dentro de la cartera del tipo.

Sin prestar más atención al fulano, Starscream levantó con cuidado la motocicleta (la necesitaba en buenas condiciones, después de todo) y la llevó, junto con el dinero, a donde estaba Eva.

-¿Dónde conseguiste eso?

-No importa -respondió Starscream entregándole el dinero-. Ve a comer, luego nos arreglamos.

Eva lo miró un momento con desaprobación, pero tenía hambre, así que terminó tomando el dinero y montando la motocicleta. Que no se le hubiera subido tanto lo Prime por encima del instinto de supervivencia era algo para agradecer.

Starscream le dio unas coordenadas para encontrarse de nuevo durante la tarde.

-Tengo que volver al Nemesis y arreglar un par de asuntos -dijo, con lo cual se refería a buscar un espacio en su cámara privada dónde ponerle una cama y el resto de los enseres básicos que las chicas humanas necesitaban.

-De acuerdo -dijo Eva y pisó el acelerador para ir al restaurante más cercano.

*

Todo estaba bien. Todo iba de maravilla hasta que Laserbeak comenzó a dar su reporte.

Y entonces, Ravage.

Y entonces... Skyfire.

En cuanto Skyfire comenzó a hablar, Starscream recordó lo que hacía falta recordar. Lo que valía la pena recordar. Abandonó el Nemesis de inmediato mientras el resto de los Decepticons que quedaban mirando la pantalla. Starscream no necesitaba escuchar esa historia, ya la había vivido.

Apenas se alejó lo suficiente del Nemesis, envió una señal a Skyfire por el canal privado que aun estaba ahí.

Skyfire no tardó nada en responderla.

No mucho después, Starscream lo vio acercarse en el espacio aéreo convenido. Un espacio aéreo neutral.

Se encontraron, por fin, y ese vacío que había venido sintiendo finalmente dejó de existir.