alcesverdes: I tried being normal --it didn't work out (I really really did)
The Cookie Fairy ([personal profile] alcesverdes) wrote2011-06-12 01:24 pm

[Crossover] Hellsing / La familia Addams

Título: Más denso que el agua
Fandom: Hellsing / La familia Addams
Personajes/Parejas: Integral, Alucard, Walter, Morticia, Homero, Largo, Merlina, Pericles
Rating: PG
Palabras: +1300
Resumen:
Spoilers: Nada
Notas de autor: Escrito para el prompt 11 de la tabla de frases del reto de mundo_caotico.

Esto es culpa de Di. Bc




""Allí estaba la manta, pero fue el abrazo del chico el que le envolvió y le dio calor."

Jerry Spinelli, Magee el Maniaco.



Sir Integral Hellsing estaba de pie ante la puerta de la enorme y tétrica caserona mientras Walter, a su lado, sostenía un paraguas sobre su cabeza. Aun no estaba segura de por qué había accedido a ir, pero sí sabía que la próxima vez que cierto sirviente suyo se atreviera a decir que se aburría, le pagaría un pasaporte feliz a un parque de diversiones. En el día señalado por el almanaque como el más soleado del año. Lo que fuera para evitar que volviera a pasar tiempo en los archivos.

-¿Desea que toque el timbre?-preguntó Walter con tono de circunstancias, aunque como si las circunstancias fueran otras. Más... dignas.

-Hazlo -respondió Integral tras tirar al suelo su puro y apagarlo con un pie. No era cortés llenar una casa ajena de humo de tabaco, en especial cuando eran parientes que ni siquiera conocía (aun podía cambiar de opinión cuando lo hiciera, sin embargo).

Abrió la puerta un tipo alto, muy delgado, con tan cara de muerto fresco que Integral casi desenfundó su pistola. Pero el instinto le dijo que no era necesario. Eso, y ninguno de sus acompañantes se movieron un milímetro.

Walter habló primero:

-Sir Integral Hellsing viene a presentar sus respetos al señor y la señora Addams, con quien recién ha descubierto que tiene un parentezco lejano.

El hombrezón gruñó algo y les hizo una seña para que entraran al recibidor. Mientras lo hacían, se escucharon un par de truenos detrás de ellos.

El interior de la casa hacía juego con el exterior. A pesar de estar obviamente habitada, había más telarañas de las que Walter (o la propia Integral) habrían permitido en la mansión Hellsing. Los colores de la decoración eran oscuros y deprimentes, no había una sola planta viva en los jarrones, y había al menos una docena de instrumentos de los que Integral no recordaba el nombre---y muchos otros de los que sí.

-Encantador -dijo Integral cuando el ¿mayordomo? gruñó algo que sonó a que iría a buscar a los señores-. Y tú debes estar disfrutando esto -murmuró en dirección al ojo que se había abierto en su sombra. Justo debajo de él, apareció una enorme sonrisa de dientes puntiagudos que no tardaron en desaparecer.

Los Addams hicieron acto de presencia por fin, todos sonrisas y con los brazos abiertos. Integral sintió de nuevo la urgencia de sacar la pistola.

Él vestía un traje a rayas de diseñador---de pompas fúnebres. Ella llevaba un vestido negro tan apretado como el abrazo que le daban. Integral no entendía cómo podía respirar con eso puesto, mucho menos caminar.

-¡Querida!-exclamó la señora "Llámame Morticia" Addams-. Disculpa la tardanza. Verificábamos el árbol genealógico.

-¡Pero sí!-dijo el señor "Llámame Homero" Addams-. ¡Ahí estabas! En la rama de los hermanos separados cazavampiros anglicanos. No esperábamos volver a saber de ustedes desde aquel incidente en que el tío tatarabuelo Abraham persigió al primo Herbert con una estaca toda la noche luego de unas copas.

-O eso es lo que la tía tatarabuela Josephine consigna en su diario -intervino Morticia antes de que Integral pudiera decir: "¡Calumnias!"-. Ella también bebió mcho esa noche y tenía la mente repleta de fantasías.

-Como sea -dijo Homero-. Adelante, adelante. Tienes que conocer a toda la familia.

-Desde luego -murmuró Integral.

-¡Oh!-exclamó Morticia en dirección a Walter-. ¡Si nos olvidamos de usted!

-Soy sólo el mayordomo de sir Hellsing -respondió aquel manteniendo aun la compostura.

El mayordomo de los Addams gruñó algo.

-Perfecto, Largo -dijo Homero-. Te quedas a cargo, entonces.

Así, Integral miró frustrada cómo Walter desaparecía por la puerta de servicio detrás de Largo. A partir de ese momento, contaba sólo con el gato de Chessire del infierno para darle apoyo moral.

Maravilloso.

*

Los niños Addams eran una delicia. Para ciertas definiciones de delicia. A Integral le agradaron: hacían poco ruido. La pequeña Merlina, en especial, cuya cara parecía el fruto de todo el estoicismo inglés destilado. Pericles, por su parte, parecía menos... eficiente. Tenía la cara de la víctima para el victimador de Merlina. Sin embargo, fue el primero en notar que había algo fuera de lo común en la sombra de la prima Integral (decidieron llamarla así por más que ella sugirió siempre tan amablemente en el sir).

-¿Qué es eso? -preguntó Pericles, señalando la sombra, que justo había cerrado un diminuto ojo.

-Pericles -dijo Morticia-, no es de buena educación señalar con el dedo las sombras malditas de otros.

-Lo siento -respondió el niño en dirección a Integral, pero sin despegar la vista de la sombra.

-No está maldita -respondió Integral, cruzada de brazos-. Hay un vampiro ahí dentro.

-¡Oh!-exclamó Merlina, sonriendo por una vez-. Mamá dice que eres cazavampiros. ¿Vas a matarlo? ¿Podemos ver?

Oh, ojalá, pensó Integral a la vez que se planteaba ofrecerle a la niña un trabajo en el futuro. Si cuando crecía estaba interesada en ganarse la vida destripando ghouls, es decir. Por la manera en que había sonreído, las probabilidades eran altas.

-Este en particular es mi sirviente -respondió sonriendo de lado.

-¿De verdad?-preguntó Pericles-. ¿Podemos jugar con él?

Integral miró de reojo a Morticia y Homero antes de responder. Ambos parecían orgullosos de sus crías por mostrar tanto interés en la ilustre prima que recién conocían.

Y bueno, ¿por qué no?

-Sirviente -llamó Integral con voz neutra y eso fue lo único que se necesitó para obtener un bonito espectáculo.

Primero, la sombra de Integral se cubrió de ojos con pupilas alargadas que parpadearon varias veces. Luego, se alargó formando tentáculos que se alzaron y enlazaron hasta formar la figura de Alucard, con su largo abrigo rojo, su sombrero a juego, sus lentes, el cabello largo y negro, y esa sonrisa que había mortificado a Integral de mil formas distintas desde que lo conoció.

Integral luchó contra el impulso de presionar el puente de su nariz mientras los cuatro Addams aplaudían fascinados. El imbécil de Alucard encima se las había arreglado para que su salida coincidiera con un par de relámpagos. Maldito desgraciado.

-¿Llamó, Amo?-preguntó con el más educado y dulce de los tonos, marcando incluso la mayúscula al principio de la palabra 'Amo'.

Homero se adelantó con la palma extendida y la sonrisa brillante. Se presentó, felicitó a Alucard por su magnífica entrada y presentó al resto de la familia.

Integral tuvo que darle crédito a Alucard, quien se portó de lo más cortés. Y mejor para él, puesto que fue quien la metió en ese embrollo.

-¿Podemos jugar con el señor vampiro, mamá?-insistió Pericles, entusiasmado. Integral se descubrió pensando que era adorable.

Morticia pensó por unos segundos.

-Bueno, si Integral no se opone, supongo que por ser una ocasión especial, podríamos retrasar su hora de dormir un poco.

Integral intercambió miradas con Alucard, aunque este permaneció en su papel de psicópata bien criado. Por un lado, a Integral le complacía lo bien que los Addams se tomaban todo esto. Por el otro... oh, como fuera.

-No los muerdas -advirtió.

Los niños protestaron luego que Alucard aceptó la orden. Sin embargo, lo tomaron cada uno de una mano y lo condujeron al jardín de atrás. O lo que fuera que pasara como jardín de atrás en ese lugar. Morticia anunció que iría a llevarles bebidas a los pequeños.

-¿Tu vampiro prefiere qué tipo de sangre, querida?-preguntó antes de retirarse.

-B positivo -respondió Integral.

-Oh, perfecto.

Morticia se retiró e Integral se quedó convenciéndose de que no sería educado preguntar por los pormenores.

Cuando su tren de pensamientos volvió al presente, se encontró con Homero, quien llevaba dos habanos en su mano.

-¿Gustas?-preguntó ofreciéndole uno.

Bendito hombre, pensó Integral mientras aceptaba el suyo graciosamente.

Quizá le perdone el pasaporte feliz, pensó mientras llenaba de humo una casa ajena con ayuda del dueño de la misma.



Y ese fue sólo el principio de lo que se convertiría en una velada de lo más agradable.




Secuela.

Post a comment in response:

If you don't have an account you can create one now.
HTML doesn't work in the subject.
More info about formatting