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[Crossover] Kung Fu Panda / El Rey León
El maestro Oogway encontró un día en el jardín del Palacio de Jade una hoja muy extraña. No era, hasta donde él sabía, de un árbol que creciera en China. Maravillado, la levantó. Entendió los símbolos que llevaba consigo y pronto envió una respuesta en un puñado de pétalos de cerezo.
Rafiki recibió los pétalos, que lo envolvieron durante su mediación matutina. Sonrió. Había, literalmente, lanzado un mensaje al viento, y había encontrado a alguien dispuesto a escuchar. Atrapó los pétalos con una mano y volvió a su árbol, dispuesto a continuar lo que había comenzado.
La comunicación entre Oogway y Rafiki continuó por este medio durante mucho tiempo. Ambos intercambiaron ideas trascendentales, capaces de cambiar el curso del universo sólo por haber sido pronunciadas. Pero principalmente, consejos para sacar trozos de comida de entre las muelas y métodos eficaces para tratar ampollas.
Un día, de pronto llegó a Rafiki la noticia de que tanto el Valle de la Paz como el joven Shifu habían quedado destrozados gracias a Tai Lung. Shifu tardaría mucho más en levantarse. Justo, Rafiki había enviado la noticia de que tanto el rey y el príncipe habían caído. No sabía cuánto tardaría el reino en levantarse.
Los mensajes se hicieron más espaciados. Los discursos filosóficos se hicieron más largos, y más cortos los consejos para la vida cotidiana. Tardaba casi un año o más cada uno en enviar o recibir el mensaje.
Después... lo suficientemente después, Rafiki descubrió que el rey león aun se encontraba con vida, y lo hizo saber a su amigo justo antes de salir a buscarlo. Del otro lado del mundo, Oogway acababa de nombrar al Guerrero Dragón.
"Ahora es tiempo de irme y dejarles el mundo a ustedes los jóvenes," decía Oogway. "Pero creo que antes pasaré a compartir ese trozo de fruta que me prometiste."
"Sólo no olvides traer eso que llamas té," respondió Rafiki.
Oogway recibió la última hoja justo cuando Shifu llegaba a anunciar el escape de Tai Lung de prisión. Justo a tiempo. La suerte estaba echada. Oogway ya no podía hacer más, sólo esperar que Shifu lograra entender y resolver la situación. Se despidió de su alumno y se preparó a partir.
Muy tarde se dio cuenta de que se había olvidado del té. Bueno, aun tenía tiempo de pasar por la cocina.
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