The Cookie Fairy (![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
alcesverdes) wrote2006-12-10 09:50 pm
alcesverdes) wrote2006-12-10 09:50 pm
Teléfonos, perros y sporkings, ¡qué horror!
Resulta que me hablan al celular desde un número que no conozco. Yo procuro tener bien registrado quién tiene mi número, por eso de los fraudes telefónicos, entre otras cosas. Y también por eso de los fraudes telefónicos --y las otras cosas--, mi regla número uno es que, cuando me llaman del celular desde un número que no conozco y me preguntan que quién habla (lo cual siempre es un factor de alarma, porque es mi número personal y el 99.9999999% de las veces atiendo yo, oiga), pregunto que con quién quiere hablar la persona del otro lado.
"¿Se encuentra Toño?" pregunta una mujer.
"No, aquí no hay ningún Toño," respondo yo.
"Disculpe, número equivocado," dice la doña y colgamos las dos.
Hasta ahí bien; los números equivocados le pasan a cualquiera, ¿cierto?
Bien, pues entonces resulta que menos de un minuto más tarde me marcan de nuevo. Ahí voy a contestar.
"¿Se encuentra Toño?" pregunta un hombre.
"No, aquí no hay ningún Toño." Y cuelgo sin más.
Dos veces, para confirmar que a uno le dieron el número mal, creo que también puede pasar.
Pero, a los quince segundos me vuelven a marcar. Desde el mismo número.
"¿Se encuentra el licenciado Toño?" pregunta el mismo individuo del punto anterior.
"¡Que no! ¡Que es un número equivocado!" Además de colgar, apagué el celular. Es que yo tengo otras cosas que hacer además de estar escuchando que buscan a un tal licenciado Toño.
Para empezar, ninguno de los Toños que conozco tienen acceso a mi celular ni autorización para dar mi número para que pregunten por ellos --yo respeto su privacidad, ¿por qué no iban ellos a hacerlo conmigo?--, pero no iba yo a decirles nada ni a hacerles plática para soltar información que a nadie más le importa.
Por otro lado, ya les había dicho dos veces que no había ningún Toño con el que pudieran hablar, ¿por qué la insistencia? Les dieron un número equivocado, qué pena si era algo urgente, pero yo no les puedo resolver el problema.
Eso, o búsquense otro tonto para que caiga en sus estafas. :P
Ok, ya me quejé, ya me siento mejor.
Ahora, déjenme contarles una anécdota de Lola. Ayer estábamos en el patio ella y yo --el Pipo estaba dormido en el cuarto-- cuando se cayó del árbol a los arbustos una conguita (un pajarito gris que es muy común aquí). Más tardé yo en reaccionar que Lola en brincarle encima. La perra salió de los arbustos sujetando a la conguita en el hocico y comenzó a masticarle la cabeza. o.o
La soltó cuando le dije que lo hiciera --mis bebés son obedientes :3--, pero ver un pájaro con la cabeza masticada no es muy agradable. o.o Se alcanzaba a distingir el pico.
Lo tiré a la basura y hasta ahí quedó. Ni la asesina mostró señales de arrepentimiento ni yo la regañé; digo, se trata de un comportamiento instintivo, ¿no?
Y, como un seguimiento a este post, el L-chan Sporking Team (del que formo parte) tiene el orgullo de presentarles
El Sporking de
La Visión de las Mary Sues de Coco-chan.
Disfruten. :3
"¿Se encuentra Toño?" pregunta una mujer.
"No, aquí no hay ningún Toño," respondo yo.
"Disculpe, número equivocado," dice la doña y colgamos las dos.
Hasta ahí bien; los números equivocados le pasan a cualquiera, ¿cierto?
Bien, pues entonces resulta que menos de un minuto más tarde me marcan de nuevo. Ahí voy a contestar.
"¿Se encuentra Toño?" pregunta un hombre.
"No, aquí no hay ningún Toño." Y cuelgo sin más.
Dos veces, para confirmar que a uno le dieron el número mal, creo que también puede pasar.
Pero, a los quince segundos me vuelven a marcar. Desde el mismo número.
"¿Se encuentra el licenciado Toño?" pregunta el mismo individuo del punto anterior.
"¡Que no! ¡Que es un número equivocado!" Además de colgar, apagué el celular. Es que yo tengo otras cosas que hacer además de estar escuchando que buscan a un tal licenciado Toño.
Para empezar, ninguno de los Toños que conozco tienen acceso a mi celular ni autorización para dar mi número para que pregunten por ellos --yo respeto su privacidad, ¿por qué no iban ellos a hacerlo conmigo?--, pero no iba yo a decirles nada ni a hacerles plática para soltar información que a nadie más le importa.
Por otro lado, ya les había dicho dos veces que no había ningún Toño con el que pudieran hablar, ¿por qué la insistencia? Les dieron un número equivocado, qué pena si era algo urgente, pero yo no les puedo resolver el problema.
Eso, o búsquense otro tonto para que caiga en sus estafas. :P
Ok, ya me quejé, ya me siento mejor.
Ahora, déjenme contarles una anécdota de Lola. Ayer estábamos en el patio ella y yo --el Pipo estaba dormido en el cuarto-- cuando se cayó del árbol a los arbustos una conguita (un pajarito gris que es muy común aquí). Más tardé yo en reaccionar que Lola en brincarle encima. La perra salió de los arbustos sujetando a la conguita en el hocico y comenzó a masticarle la cabeza. o.o
La soltó cuando le dije que lo hiciera --mis bebés son obedientes :3--, pero ver un pájaro con la cabeza masticada no es muy agradable. o.o Se alcanzaba a distingir el pico.
Lo tiré a la basura y hasta ahí quedó. Ni la asesina mostró señales de arrepentimiento ni yo la regañé; digo, se trata de un comportamiento instintivo, ¿no?
Y, como un seguimiento a este post, el L-chan Sporking Team (del que formo parte) tiene el orgullo de presentarles
La Visión de las Mary Sues de Coco-chan.
Disfruten. :3
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